Esta bien: debo admitir que mi relación no fue como esperaba, por lo que lo mejor fue terminarla, pero para ser honestos, me siento bien, ya que para ser justos, es díficil engancharse de alguien a quien ves apenas 1 vez a la semana (incluso nos veíamos más cuando éramos amigos). Lo bueno de todo es que terminamos en buena, porque aparentemente teníamos el mismo diagnóstico de la situación. Pero todo lo anterior me lleva a reflexionar: ¿Era la relación indicada para mí? Creo que no, aunque en algún momento pensé que sólo sería una relación de transición, considerando que de alguna forma sigo con el duelo de mi experiencia pasada y no sé si estoy listo para una experiencia más larga (aún cuando mi antigua contraparte ya decidió su camino fuera de mi órbita). Además está el hecho que mi fecha de partida es en febrero, por lo que mantener una relación en Santiago es bastante poco práctico, ya que no tendría tiempo de afianzar la relación. Es probable que mi opción sea esa: irme, dejar todo mi pasado atrás y comenzar de nuevo, sólo llevar mi maleta de ropa y dejar los recuerdos atrás (sean buenos o malos) y partir desde cero. No creo que sea el primero o el último en hacerlo. La pregunta ahora es si conseguiré mis objetivos o si fracasaré en mi intento por llevar una vida normal. Esa respuesta dejaré que se responda por sí sola.
Por cierto, el año se acaba, y espero hayan pasado una Feliz Navidad, y que el Año Nuevo esté lleno de proyectos que lleguen a buen término (partiendo con una celebración apoteósica el día 1). Abrazo para todos...