Es así como los dias en Valdivia transcurrieron entre paseos por la ciudad (a pie, por supuesto) para recorrer algunos monumentos urbanos (y buscando las cervezas locales, obvio), y otro viaje a Niebla (estavez no pasé a la feria costumbrista, sino que fui a ver el fuerte de Niebla y luego el de Corral), y sus procesiones a la Kuntsmann (2 veces, no podía ser de otra manera). También pude probar los crudos del Haussman, tanto que me habían hablado de ellos, que al final los probé, y le hicieron honor a su reputación. Y su precio lo justifica (ni hablar del kuchen de uez, que estuvo mortal).
Ahora estoy listo para retomar mis quehaceres y mi tesis, la cual por cierto, la dejé bastante abandonada en estos dias. Pero vuelvo de este periplo con el relajo por los dias tomados y con la convicción que puedo hacer todo cuanto me proponga y que no existen límites más que el de la voluntad y la imaginación ¿Lo volvería a hacer un viaje así? Sí. ¿Solo? Depende de si alguien más se anima a subirse al bus conmigo, pero ese alguien debe estar preparado para sobrevivir a levantadas temprano y caminatas largas, que al final, tienen buenas recompensas. ¿Tú me acompañarías?......
(Por cierto, el video lo hice con una cámara digital, que tenía función de video, amarrada al arnés de seguridad del canopy)
1 comentario:
Jajajajaajajajaja!!!
Cómo hiciste ese video???
En fin, vacaciones solo... Si hay algo que aprendí este año que pasó, es que se debe hacer lo que uno quiere, sin importar si hay alguien que quiera acompañarte o no. Por qué?? Porque la vida es una sola y los sueños se deben cumplir... Si alguien no quiere ir, se lo pierde, no puedes perder tú, es darle demasiado poder a las personas sobre las decisiones de uno.
Buena crónica de viaje. Me imagino que llegarás con las pilas más que recargadas. Ánimo!!!
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