Tormenta

Rudo comienzo de año. Uno a veces cree que los primeros dias en el retorno de vacaciones es un mero trámite para contar acerca de aquel viaje que hace tiempo dijiste que harias o como descansaste de tus compañeros habituales. Estos dias son como tratar de poner en movimiento un motor en desuso por semanas y que requiere un ajuste previo a la competencia. Sin embargo, la tormenta del viernes nos dijo que a veces la vida real es algo diferente a nuestro ideal. No siempre las cosas son como uno las desea. Y en mi caso, no pude haber vuelto con más ajetreo. En mi experiencia, sabes que las cosas que haces dependen de un factor crucial: tiempo. Cada dia que demores en el desarrollo de tu objetivo puede ser fatal para tus aspiraciones. Mi vida funciona casi como una bomba de tiempo: mi reloj va en mi contra. Quiero titularme pronto, y mi cojera son algunos datos que faltan o que hay que mejorar. El trabajo de esta semana no pudo ser más intenso, y los dias venideros no se ven más alentadores al respecto. Pero el ánimo aún está intacto, y la esperanza de conseguir mi objetivo final es lo que me mantiene a máxima capacidad.

Eso si, hay algo que debo reconocer: las vacaciones me ayudaron a encontrarme con mi yo interno (que estaba debajo de algunas capas de grasa, asi que hubo algo de trabajo en eso). Me sirvió para explorar mi real potencial en muchos aspectos. A fin de cuentas, era la primera vez en que salía solo (los campamentos como scout no cuentan) y pude ver que a veces me quejo por que sí no más, sin mucho fundamento. Eso hizo que a mi regreso me replanteara la forma en que hago algunas cosas. Incluso creo qu eestoy empezando a perder ciertos miedos tontos que he tenido por mucho tiempo, y que debo superar para dar los pasos siguientes. Aún no estoy listo para algunas cosas, pero cada cosa tiene su tiempo.....