¿Querer es poder? Entonces voy a necesitar mucho cariño para lo que viene. En mi búsqueda de demostrar mi capacidad como profesional y como persona, no se me ocurrió nada mejor que aceptar una oferta de trabajo para un proyecto alternativo al que me encuentro ahora. En palabras, simples ocupo el mismo espacio que tenía antes, y sólo tendría que expandir mis habilidades para aprender nuevos protocolos. Hasta ahí todo iba bien, hasta que me informan que por el proyecto anterior (el cual debe terminar a fin de año) tengo que poner a punto procesos que no se hacían antes, por lo que el trabajo en esa area aumentó exponencialmente. Pero eso no era un problema, hasta que se me ocurrió aceptar la oferta de docencia este semestre, la cual me sacaría de programa 2 mañanas por semana, obligándome a re-ordenar mi horario semanal. "¿En qué estaba pensando?" se podrían preguntar los más puristas o "¿Por qué aceptó si sabía lo que venía?". Esas preguntas son interesantes, al menos para mi psiquiatra (N. del E.: Se busca psiquiatra urgente!!!). Las respuestas no son fáciles, porque tenía mil y un motivos para dejar algo de lado, y la docencia era el primer candidato por un tema de tiempos y de estabilidad (lo ideal es rendir en el laboratorio para poder quedarme más tiempo). Sin embargo, la docencia es el único sueldo que tengo asegurado en cuanto a fechas (con decirles que el proyecto original que me paga tuvo un lío de platas y no me han pagado aún), y mientras no esté oficialmente incorporado al proyecto nuevo, no puedo contar con eso aún. Si alguna vez en mi vida quería un desafío para demostrar mi capacidad, me parece que es este el momento....
miércoles, 5 de agosto de 2009
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