Nada se le escapa. No hablo de un policía común, sino que de una leyenda literaria, traída nuevamente al ¿celuloide? (no sé si aún se usa para filmar estas películas). Con ustedes, el señor Sherlock Holmes (Robert Downey Jr.), el mayor detective en la historia, capaz de resolver los casos que en apariencia son imposibles, en compañía de su fiel amigo y colaborador, el Dr. Watson (Jude Law). En esta ocasión la historia no se centra en la lucha de nuestro ingenioso heroe contra su clásico archienemigo el Profesor Moriarty, sino que se muestra una lucha contra sectas, artes ocultas y hechicería (y no les doy más detalles, para no matarles la ilusión). Debo decir en todo caso que una vez cerrado el caso y la partida de Watson de la casa de la calle Baker, viene la búsqueda de un nuevo objetivo de Holmes, hasta que reaparece su viejo enemigo y un viejo amor que viene a complicar las cosas y a reunir a estos incansables buscadores de la verdad.Si bien la ambientación está correcta al llevarnos a un Londres del siglo XIX y la historia en sí misma no es mala, debo admitir que la forma en que está contada no me gustó mucho, de alguna forma entre el ritmo cambiante de los tiempos (a veces iban muy rápido y uno se perdía detalles que eran claves en el razonamiento lógico de la situación). Además, da la impresión que el director se toma algunas licencias con el personaje, respecto a sus habilidades y pasatiempos. En resumen, no salí muy conforme del cine (aunque fue gratis) ya que el trailer prometía más de lo que entregó en pantalla.
Datos técnicos
Año: 2009
Director: Guy Ritchie
Música: Hans Zimmer (siendo nominado al Oscar 2010 por este trabajo)
Duración: 128 minutos
Y para que se convenzan de mis palabras:
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