Debo admitir que cuando vi la promoción de esta película, pensé que me reiría a carcajadas como cuando veía "El Príncipe del Rap". Y es que el nombre de Will Smith generalmente se asocia a películas taquilleras (El Dia de la Independencia) o graciosas (Hitch). Pero para ser sincero, con su última película "Hancock" me sentí algo estafado. Si bien tiene algunos momentos que tienden a ser graciosos, la película es más bien el drama de alguien que está perdido en una sociedad que no lo acepta o valora por la forma en que hace las cosas.
El argumento no es complicado: John Hancock es un tipo súper fuerte, capaz de volar e invulnerable a las balas (tipo Superman) pero sin recuerdo de quien es y con un carácter endemoniado y con problemas de alcoholismo, por lo que sus actos "heroicos" se transforman siempre en un desastre. El mejor ejemplo son los primeros 10 minutos, donde al tratar de detener a unos tipos que huían de la policía, termina destruyendo buena parte de la carretera y sus señales de tránsito. Lo que parte como una especie de sátira a las películas de superheroes, se convierte en un drama de proporciones cuando comienza a descubrir pistas respecto a su pasado (dejen una nota si quieren que siga contando la historia).
En general, una película mediocre que pudo ser mejor aprovechada si se hubiera definido desde el principio como comedia o como drama (pero terminó como un intermedio extraño). Terminé con una sensación de poco agrado con la película, así que no les digo más al respecto.